En el caso que el trabajador esté alerta y no esté herido, es posible llevar adelante un auto-rescate. Este método es usado por el 90% de las víctimas de caídas y sucede de ésta manera porque los 3 sistemas mencionados anteriormente funcionaron correctamente, deteniendo la caída en el mínimo tiempo posibles y causando el menor impacto para el trabajador. Entonces, si la caída es de menos de 3’ y el trabajador no ha quedado inconsciente tras la caída, debe mantener la calma y utilizar las cintas anti-trauma del arnés, luego puede trepar al punto de origen nuevamente.
En el caso que un trabajador haya caído más de 3’, podría ser necesario un auto-rescate asistido por auxilio mecánico. En este caso, se le alcanzaría al trabajador un dispositivo mecánico de descenso que esté anclado. Se asegura un mosquetón al anillo del arnés y el equipo de rescate levantaría o bajaría (según la distancia más cercana) al trabajador a una superficie segura. Si el trabajador estuviera inconsciente o sus lesiones le impidieran un auto-rescate, éste sería el procedimiento que se debe llevar a cabo.
Otra opción es un rescate mecánico asistido con elevador aéreo. Este método requiere a una persona calificada para llevar un dispositivo de detención de caídas al trabajador que haya caído, atarle el dispositivo y asegurarse que este correctamente anclado al elevador. Luego debería liberar el equipamiento anti-caídas impactado y bajar al trabajador de manera segura. Cuando el trabajador que haya caído esté seguro, una inspección médica será necesaria para determinar si hay alguna lesión.
Finalmente, se debe retirar el aparejo de detención de caídas que estuvo involucrado en el accidente. Éste debe ser inspeccionado y probablemente reemplazado.