Es por ello que nació la logística inversa, que consiste en la recuperación de los residuos originados por una actividad productiva o de consumo. Para tal fin se crean canales de recogida selectiva de residuos para su recuperación y reciclaje. También se suman a los excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios estacionales.

No se trata nada más y nada menos que el transporte en sentido opuesto, desde el consumidor hasta el productor, para su aprovechamiento o correcta eliminación.

Esta logística de retorno crea la oportunidad de aumentar la cantidad y calidad del material reciclado. Además, reduce el impacto medioambiental, reduce los costos al disminuir la necesidad de compra de materias primas y crea una mejor relación entre cliente y proveedores ya que las dos partes salen beneficiadas.

Para su funcionamiento las empresas deben contar con políticas de cambio y devolución, mas allá de que son obligatorias, explicitando dichas políticas para que el comprador comprenda el proceso antes de realizar la compra. Por otro lado, se debe intentar reducir al máximo las devoluciones y cambios, lo cual puede lograrse con un correcto acompañamiento e información en el proceso de venta.

Entre las dificultades de aplicar esta logística se encuentran el aumento de trabajo, ya que la programación adecuada requiere más personal u horas extras, integración de todas las áreas de la empresa, control de productos devueltos debiendo revisar uno por uno y consideraciones del volumen devuelto ya que si es pequeño puede no merecer la pena el gasto de recolección.

Para llevar a cabo esta logística de retorno se deben tener en cuenta tanto la capacidad de los almacenas como el tamaño y la disponibilidad de la flota de camiones para recolección, de manera que la logística de transporte inverso no perjudique la logística de transporte de distribución.

Es de suma importancia conocer toda la cadena de suministro que involucra cada emprendimiento, inclusive la devolución de productos lo cual es imprescindible para optimizar la calidad del negocio o servicio.

Si bien es un gran desafío lograrlo de manera planificada y sistematizada, existen diversos sistemas de gestión que optimizan recorridos, recursos y tiempos tanto de entrega como de recolección de residuos.