Pintura electrostática

Pintura electrostática

Actualmente el revestimiento en polvo ofrece un alto posicionado en el sector metalmecánico gracias a que disminuye costos, se aplica rápido y produce pocos residuos, minimizando el impacto ambiental. Además de ser amigable con el medio ambiente, ya que no requiere de solventes y facilita la recuperación de la pintura no utilizada evitando desperdicios, resiste mejor los cambios de temperatura, no se raya y es mucho más durable que cualquier pintura tradicional. La pintura electrostática es fiable y duradera igual que la pintura líquida. Ya es un método común y habitual que ofrece una terminación resistente y duradera que se puede utilizar para una variedad extremadamente amplia de aplicaciones en todos los sectores comercial, industrial, hospitalario, hasta en el hogar: muebles metálicos y plásticos de oficina, equipos de calefacción, señales de tránsito, esculturas, ornamentación, bicicletas, tubería, portones, juguetes, maquinaria, herramientas, etc.

El proceso se lleva a cabo en instalaciones equipadas que proporcionen un horno de curado, cabinas para la aplicación con pistolas electrostáticas y por lo general una cadena de transporte aéreo, donde se cuelgan las piezas, por lo general electrodomésticos, extrusiones de aluminio, piezas de automóviles y bicicletas donde se cubren con una pintura en «polvo» (también llamada laminación).

Los recubrimientos en polvo se realizan partiendo de una mezcla de resina, endurecedor, pigmento y aditivos que se muelen hasta lograr su aspecto final de pintura en polvo. Por tanto, se pueden crear todo tipo de colores y acabados como el habitual brillo, semi-brillo, mate, satinado, texturado, gofrado… y calidades. Pueden lograrse acabados en cualquier color e incluso incolor:

Para la aplicación este tipo de pinturas se requieren tres sencillos pasos que pueden llegar a automatizarse.

  1. Tratamiento del metal a pintar: desengrasado y limpieza de la pieza y aplicación de una capa de fosfato.
  2. Pintado: aplicación por pulverización mediante pistolas electrostáticas de la pintura en polvoque se adhiere al metal electrostáticamente, en las piezas conectadas a tierra y conductoras. Esta etapa la realizamos en cabinas específicas que recogen y controlan el excedente de polvo para su reutilización.
  3. Curado: horneado a 180 grados centígrados de la pieza recubierta con el polvo, para que la pintura polimericey adquiera su acabado final.