Pinturas resistentes al crecimiento de hongos a partir de ZnO recuperado

Pinturas resistentes al crecimiento de hongos a partir de ZnO recuperado

El INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), después de muchos años de estudios y pruebas, logró crear una pintura que tiene propiedades bactericidas que garantiza la inhibición de formación de colonias de bacterias en toda la superficie pintada. Si bien este producto fue pensado principalmente para ser utilizado en los espacios de salud pública y privada, para evitar el contagio de las famosas "enfermedades intrahospitalarias", lo ideal es que también puede utilizarse esta pintura en cualquier espacio con alto tránsito de personas.

El producto es naturalmente «no tóxico», compatible con el medio ambiente y factible de producirse a mayor escala en el país. Un plus no menor es que en la elaboración de este tipo de pinturas bioactivas, es que utiliza el óxido de zinc recuperado (zno) de pilas alcalinas agotadas. Las pilas agotadas son residuos peligrosos debido a la presencia de metales pesados que las forman, que a partir de la corrosión en contacto con el agua y el suelo, pueden originar grandes problemas ambientales. Si bien existen procesos de tratamiento, tal como la incineración y cementación, el concepto de reutilización y el reciclado de los metales es la mejor opción. Una de las posibles aplicaciones de estos productos obtenidos a partir del reciclado de pilas agotadas es su uso como aditivos bioactivos para pinturas antimicrobianas o higiénicas, pinturas resistentes al crecimiento de hongos.

Los científicos modificaron superficialmente los componentes inorgánicos utilizados en la industria (cargas y pigmentos) para impartirles propiedades anti-microbianas. Para ello, se emplearon metales capaces de formar compuestos monovalentes. Los mismos actuaron combinándose con aminoácidos esenciales para los micro-organismos (principalmente la cisteína) interfiriendo con el ciclo vital de los mismos. Los pigmentos y cargas modificados imparten a las pinturas propiedades bactericidas que se mantienen a lo largo de la vida útil del recubrimiento.

Por otra parte, los experimentos realizados a escala piloto han mostrado que la modificación de cargas y/o pigmentos no afecta el proceso de fabricación de las pinturas ni las propiedades fisicoquímicas de las mismas (estabilidad, aplicabilidad, poder cubritivo, etc.). Esto es importante, ya que demuestra que las pinturas bactericidas pueden fabricarse en las plantas ya existentes.